La sonrisa de la foto es su carta de presentación, Cacho a secas, el don al parecer no lo suele usar, ya que me dijo de entrada, ¡tuteame! .... Quizás se olvidó que su documento lo acredita como Edmundo Sebastián Ambrosiano, nacido el 28 de enero de 1934 en San Lorenzo y Balcarce, y que la sumatoria de años a través de esta vida, lo hace merecedor de todo respeto.
Con 76 años sobre su espalda, mochila que lleva muy cómodo, tiene el orgullo de ser el socio vitalicio Nº 358, pero debajo de la manga, asoma otro, el cual con pecho erguido y con Buenos Aires de fondo, dice, yo fui el socio Nº 1 de San Telmo, me lo firmó el ruso (Goldzen).

Tiene en su rostro la frescura de sus tiempos mozos, elegante, educado, todo un señor, todo un personaje, apetecible para cualquier dama, pero ojo, chicas abstenerse, vive en pareja desde el 2005 con Mimi, abogada, pintora, profesora de ingles, francés y castellano, acaparadora de todos sus elogios, la que le regaló para su cumpleaños un cuadro de su querido barrio, la que conoció según la versión oficial, aunque abría otra más romántica, en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, donde Cacho también es socio vitalicio, ella fue quien se comunicó con este medio para decirnos, miren que el fue el Nº 1.

Y si, tiene razón, allá por la década del 80 un reacomodamiento en el padrón societario, socios que fallecieron, otros que renunciaron y Don Cacho que quedó a la cabeza de los mismos, el Carnet Nº 1 fue firmado por Mario Goldzen y ese orgullo nadie se lo puede quitar, fue y será el número uno.

Las travesuras de chico lo veían escapando por la terraza del café de Don Ramón para no ser apresado por la policía, por que era menor y no podía estar en esos lugares, donde el billar y truco era su pasatiempo preferido hasta que un día uno de los uniformados lo amenazó con internarlo en un juzgado de menores para que su vida cambiara.

Si hizo socio de Telmo a través de Carlos Curiel y empezó a concurrir a la cancha de la Isla Maciel con el Doctor Baletto que era amigo de la familia, cancha que no era ni por asomo lo que es ahora, en su charla trajo en el tiempo a Don Pepe Perato a quien ve en el recuerdo sentado en un banco de la vieja casilla que hacía las veces de vestuario.

Cuando San Telmo ascendía a primera B en 1956, Cacho comenzaba a trabajar en el puerto, en la Empresa Juan Tomasello, donde como administrador judicial, en las oficinas de 25 de mayo 77, lo hizo a lo largo de 30 años para jubilarse en 1986.

LLegó a jugar en la 5º división de Boca y Estudiantes de la Plata, no lo hizo en San Telmo por que pensaba que sus amigos lo iban a cargar. Sus hermanos, como el, fanas de Telmo, Francisco, que también jugó en la 4º y 5º de Boca, e Irene que actualmente sigue a San Telmo desde Miramar donde vive.

Mimi, quien lo acompaña en la travesía de esta vida lo define como un verdadero personaje, un tipo distinto y absolutamente extrovertido, que puede llegar a marear a cualquiera con sus anécdotas, como aquella que fue en un camión lleno de piedras a la barranca quilmeña, porque sabía que el recibimiento no iba a ser bueno o como cuando con Curiel, fueron a Rosario en tren en 1957, eran 44 entre hinchas y dirigentes que la pasaron mal, cuando Irigoyen a cuatro del final empataba el partido ante el Charrúa que peleaba el campeonato teniendo que refugiarse en el micro de los jugadores.

Vive en un departamento de Ayacucho al 200, tiene dos hijos, Javier de 29 y Ariel de 31 y hace rato que no va a la cancha, el quiere ir a la Isla, donde fue dueño de la platea Nº 13, hasta que no se rehabilite el estadio no va a ir, Comunicaciones me queda lejos acota.

En la actualidad, según nos comentó Gabriel Migliore secretario del club, el Carnet Nº 1 no tiene dueño, el último en tenerlo fue Alberto Laborano, pero en 1998 pasó a ser el vitalicio Nº 401, el halago de ser el primero de la lista societaria, lo llegaría a tener Héctor Lagama, que posee el Carnet Nº 13 y que en caso de un nuevo reempadronamiento ocuparía ese ansiado lugar, que por ahora, dejémoslo que lo siga teniendo Cacho.

Así que muchachos, a Paco Mosquera y a Raúl Lacrux, amigos de Cacho que no le creían y que buscaban en internet para ver si era verdad, el tiene el Carnet Nº 1 y me pidió que les dedicara esta nota.

soydetelmo 16/8/10